Desde CESIDA solicitan colaboración en la campaña de Tenemos Sida sobre el Fondo Mundial. A principios de octubre será la Conferencia de Donantes del Fondo Mundial y los compañeros/as de Tenemos Sida están centrando sus esfuerzos en conseguir que España mantenga su contribución de 600 millones de dólares para los próximos tres años. Entre las acciones que están desarrollando está un “llamamiento” de la sociedad civil española para el Gobierno y que quieren que lo apoye el mayor número de entidades, además de la coalición Tenemos Sida y sus miembros. La petición de Global Sida-Tenemos Sida es que CESIDA firme el llamamiento y que lo difunda entre vuestras organizaciones miembros para que también puedan sumarse a él.algunos de los contenidos han sido rescatados del documento de posición de las ONGs que participamos en el comité local de la conferencia de reposición del Fondo en Cáceres, entre ellas CESIDA. Es decir, se ha construido el documento sobre el consenso que se consiguió en Cáceres. Hasta mediados de septiembre se intentará recoger el apoyo de las ONGs españolas, tanto ONGD generalistas como del ámbito de la salud y también del ámbito del VIH en España. El que CESIDA se sume a este llamamiento es muy importante.
Informa: Udiarraga Garcia Uribe CESIDA
Llamamiento de la sociedad civil española al Gobierno español con motivo de la conferencia de donantes del Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria
El Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y malaria es el principal instrumento financiero en la lucha contra estas enfermedades y una de los principales instrumentos para alcanzar los ODM relacionados con la salud. El Fondo Mundial necesita al menos 20.000 millones de dólares para los próximos tres años y será el próximo mes de Octubre durante la conferencia de donantes cuando los países deberán hacer sus compromisos económicos para este periodo. España como quinto donante debe mantener su compromiso actual de 600 millones de dólares; lo que significa una aportación acorde con su capacidad económica tal y como está haciendo en estos momentos.
§ El VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria son tres de las grandes enfermedades pandémicas de nuestro tiempo. Entre las tres se cobran la vida de unos 5,5 millones de personas cada año en todo el mundo: 15.000 fallecimientos diarios. Son además unas de las principales causas directas de sufrimiento humano y un obstáculo para el desarrollo humano en los países más afectados. Estas epidemias, que afectan desproporcionadamente a los países empobrecidos, tienen impactos devastadores: deshacen las estructuras familiares, profundizan la brecha de la desigualdad de género afectando considerablemente la situación psicosocial y económica de las mujeres y las niñas y otros grupos vulnerables, disuelven las redes sociales, merman la fuerza productiva.
§ A su vez, el impacto y expansión del VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria es consecuencia de las profundas desigualdades en el acceso a los recursos y las oportunidades a escala global y al interior de los países, que afecta principalmente a las mujeres y a los sectores más empobrecidos de cada sociedad. En consecuencia, el abordaje de estas enfermedades pasa no sólo por atender sus causas directas o por tratarlas, sino también por la generación de las condiciones para la satisfacción de las necesidades básicas, incluyendo el acceso a la educación y a los servicios sanitarios y la promoción de cambios estructurales que garanticen el reconocimiento de los derechos de todas las personas y de la equidad en la salud.
§ Estas tres pandemias suponen un gran obstáculo para el desarrollo de los países empobrecidos y para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a los que se ha comprometido la comunidad internacional.
§ Consciente de esta situación y tras recabar el apoyo internacional Naciones Unidas estableció en 2001 el Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria. Desde su creación en el 2002, el Fondo Mundial ha salvado más de 5 millones de vidas, ha proporcionando tratamiento antirretroviral a 2.5 millones de personas, tratamiento contra la tuberculosis a más de 6 millones y tratado más de 100 millones de casos de malaria. En total, el FM ha aprobado programas por un total de 19.200 millones de dólares en 144 países.
§ El FM es uno de los mecanismos de financiación de programas de prevención, tratamiento y asistencia en salud más innovadores y con mayor capacidad de recaudación. Su actuación está orientada a objetivos y resultados concretos, y ha supuesto un avance espectacular en la cifra de recursos disponibles: aporta un 25% de la financiación mundial total en VIH/SIDA, el 63% de toda la financiación dedicada a tuberculosis y el 57% de toda la financiación disponible para la malaria. Se trata de un modelo de financiación único que subvenciona los programas presentados por países receptores a los que se exige la implicación de la sociedad civil local en su diseño, ejecución y evaluación.
§ El VIH/SIDA sigue siendo la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva, la malaria es responsable de uno de cada cinco niños que mueren en África, mientras que la tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas que viven con VIH. Los ODM 4,5 y 6 están estrechamente relacionados entre sí y requieren de un enfoque conjunto y global, en el que es necesario abordar los vínculos existentes entre los tres; fortalecer los sistemas nacionales de salud, apostar por una mayor y mejor I+D de productos biomédicos eficaces y accesibles; así como brindar atención específica a la principales enfermedades y problemas de salud que afectan a los países empobrecidos, entre ellos el VIH/ SIDA, la tuberculosis y la malaria.
§ El Fondo Mundial ha sido un componente clave para la implementación de intervenciones que han abordado la inequidad de género, la homofonía y la exclusión social en la promoción de la salud y que han facilitado el acceso de las mujeres y otros grupos vulnerables a los servicios sanitarios, incluso en zonas rurales, contribuyendo a fortalecer los sistemas públicos de salud. También gracias al Fondo Mundial, se han destinado importantes recursos a atajar el estigma y la discriminación de las personas con VIH y enfermedades relacionadas así como a otros colectivos especialmente vulnerables.
§ De cara a la próxima conferencia de donantes el 3 y 4 de octubre en Nueva York y que será presidida por Ban Ki-Moon los países donantes deberán fijar sus compromisos económicos para los próximos tres años (2011-2013). Será necesario recaudar al menos 20.000 millones de dólares. Para poder recaudar los recursos necesario es necesario un compromiso de todos los países ricos y que sus aportaciones estén acorde con su nivel de riqueza. Si el Fondo Mundial logra los recursos que necesita para 2015 será posible conseguir erradicar la transmisión del VIH de madre e hijo, que la malaria deje de ser una enfermedad endémica en muchos países, reducir en gran medida las muertes por tuberculosis en personas con VIH y controlar la amenaza de la tuberculosis multi resistente.
El papel de España
§ España ha sido uno de los países que ha mostrado una apuesta más decidida a favor del FMSTM, y ha venido incrementando sus aportaciones, hasta situarlas en una media de 200 millones de dólares anuales (600 millones para el trienio 2008-2010), pasando de ser el décimo al cuarto contribuyente. Además el Gobierno ha contado con el apoyo del Congreso de los Diputados que ha reconocido en diferentes iniciativas parlamentarias el rol del Fondo Mundial para alcanzar los Objetivos del Milenio.
Por todo ello, las organizaciones abajo firmantes solicitamos al Gobierno español que:
§ Mantenga su actual compromiso financiero con el Fondo, de 600 millones de dólares, también para los próximos tres años. España debe seguir contribuyendo al Fondo Mundial de forma proporcional a su capacidad económica, sólo así estará contribuyendo con su cuota justa y posibilitando que el Fondo consiga todos los recursos necesarios.
§ Manteniendo su actual compromiso económico con el Fondo Mundial, España se encontrará en una posición de obligada legitimidad para exigir al resto de países de altos ingresos que contribuyan adecuadamente.
§ Se asegure que los recursos económicos desembolsados por el Fondo Mundial sean adicionales a las asignaciones de los presupuestos nacionales de los países receptores; y que redoble sus esfuerzos para asegurar que los programas que apoya sean sinérgicos con el fortalecimiento de los sistemas nacionales de salud.
§ Establezca como condición necesaria para la aprobación de propuestas de subvención la contemplación de las directrices de género, y en concreto el abordaje de la creciente feminización de la pandemia del VIH.
· Exija al Fondo Mundial que continúe reforzando sus estrategias de armonización de sus políticas con los principios de la Declaración de Paris y la Agenda de Accra.
El Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y malaria es el principal instrumento financiero en la lucha contra estas enfermedades y una de los principales instrumentos para alcanzar los ODM relacionados con la salud. El Fondo Mundial necesita al menos 20.000 millones de dólares para los próximos tres años y será el próximo mes de Octubre durante la conferencia de donantes cuando los países deberán hacer sus compromisos económicos para este periodo. España como quinto donante debe mantener su compromiso actual de 600 millones de dólares; lo que significa una aportación acorde con su capacidad económica tal y como está haciendo en estos momentos.
§ El VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria son tres de las grandes enfermedades pandémicas de nuestro tiempo. Entre las tres se cobran la vida de unos 5,5 millones de personas cada año en todo el mundo: 15.000 fallecimientos diarios. Son además unas de las principales causas directas de sufrimiento humano y un obstáculo para el desarrollo humano en los países más afectados. Estas epidemias, que afectan desproporcionadamente a los países empobrecidos, tienen impactos devastadores: deshacen las estructuras familiares, profundizan la brecha de la desigualdad de género afectando considerablemente la situación psicosocial y económica de las mujeres y las niñas y otros grupos vulnerables, disuelven las redes sociales, merman la fuerza productiva.
§ A su vez, el impacto y expansión del VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria es consecuencia de las profundas desigualdades en el acceso a los recursos y las oportunidades a escala global y al interior de los países, que afecta principalmente a las mujeres y a los sectores más empobrecidos de cada sociedad. En consecuencia, el abordaje de estas enfermedades pasa no sólo por atender sus causas directas o por tratarlas, sino también por la generación de las condiciones para la satisfacción de las necesidades básicas, incluyendo el acceso a la educación y a los servicios sanitarios y la promoción de cambios estructurales que garanticen el reconocimiento de los derechos de todas las personas y de la equidad en la salud.
§ Estas tres pandemias suponen un gran obstáculo para el desarrollo de los países empobrecidos y para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a los que se ha comprometido la comunidad internacional.
§ Consciente de esta situación y tras recabar el apoyo internacional Naciones Unidas estableció en 2001 el Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria. Desde su creación en el 2002, el Fondo Mundial ha salvado más de 5 millones de vidas, ha proporcionando tratamiento antirretroviral a 2.5 millones de personas, tratamiento contra la tuberculosis a más de 6 millones y tratado más de 100 millones de casos de malaria. En total, el FM ha aprobado programas por un total de 19.200 millones de dólares en 144 países.
§ El FM es uno de los mecanismos de financiación de programas de prevención, tratamiento y asistencia en salud más innovadores y con mayor capacidad de recaudación. Su actuación está orientada a objetivos y resultados concretos, y ha supuesto un avance espectacular en la cifra de recursos disponibles: aporta un 25% de la financiación mundial total en VIH/SIDA, el 63% de toda la financiación dedicada a tuberculosis y el 57% de toda la financiación disponible para la malaria. Se trata de un modelo de financiación único que subvenciona los programas presentados por países receptores a los que se exige la implicación de la sociedad civil local en su diseño, ejecución y evaluación.
§ El VIH/SIDA sigue siendo la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva, la malaria es responsable de uno de cada cinco niños que mueren en África, mientras que la tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas que viven con VIH. Los ODM 4,5 y 6 están estrechamente relacionados entre sí y requieren de un enfoque conjunto y global, en el que es necesario abordar los vínculos existentes entre los tres; fortalecer los sistemas nacionales de salud, apostar por una mayor y mejor I+D de productos biomédicos eficaces y accesibles; así como brindar atención específica a la principales enfermedades y problemas de salud que afectan a los países empobrecidos, entre ellos el VIH/ SIDA, la tuberculosis y la malaria.
§ El Fondo Mundial ha sido un componente clave para la implementación de intervenciones que han abordado la inequidad de género, la homofonía y la exclusión social en la promoción de la salud y que han facilitado el acceso de las mujeres y otros grupos vulnerables a los servicios sanitarios, incluso en zonas rurales, contribuyendo a fortalecer los sistemas públicos de salud. También gracias al Fondo Mundial, se han destinado importantes recursos a atajar el estigma y la discriminación de las personas con VIH y enfermedades relacionadas así como a otros colectivos especialmente vulnerables.
§ De cara a la próxima conferencia de donantes el 3 y 4 de octubre en Nueva York y que será presidida por Ban Ki-Moon los países donantes deberán fijar sus compromisos económicos para los próximos tres años (2011-2013). Será necesario recaudar al menos 20.000 millones de dólares. Para poder recaudar los recursos necesario es necesario un compromiso de todos los países ricos y que sus aportaciones estén acorde con su nivel de riqueza. Si el Fondo Mundial logra los recursos que necesita para 2015 será posible conseguir erradicar la transmisión del VIH de madre e hijo, que la malaria deje de ser una enfermedad endémica en muchos países, reducir en gran medida las muertes por tuberculosis en personas con VIH y controlar la amenaza de la tuberculosis multi resistente.
El papel de España
§ España ha sido uno de los países que ha mostrado una apuesta más decidida a favor del FMSTM, y ha venido incrementando sus aportaciones, hasta situarlas en una media de 200 millones de dólares anuales (600 millones para el trienio 2008-2010), pasando de ser el décimo al cuarto contribuyente. Además el Gobierno ha contado con el apoyo del Congreso de los Diputados que ha reconocido en diferentes iniciativas parlamentarias el rol del Fondo Mundial para alcanzar los Objetivos del Milenio.
Por todo ello, las organizaciones abajo firmantes solicitamos al Gobierno español que:
§ Mantenga su actual compromiso financiero con el Fondo, de 600 millones de dólares, también para los próximos tres años. España debe seguir contribuyendo al Fondo Mundial de forma proporcional a su capacidad económica, sólo así estará contribuyendo con su cuota justa y posibilitando que el Fondo consiga todos los recursos necesarios.
§ Manteniendo su actual compromiso económico con el Fondo Mundial, España se encontrará en una posición de obligada legitimidad para exigir al resto de países de altos ingresos que contribuyan adecuadamente.
§ Se asegure que los recursos económicos desembolsados por el Fondo Mundial sean adicionales a las asignaciones de los presupuestos nacionales de los países receptores; y que redoble sus esfuerzos para asegurar que los programas que apoya sean sinérgicos con el fortalecimiento de los sistemas nacionales de salud.
§ Establezca como condición necesaria para la aprobación de propuestas de subvención la contemplación de las directrices de género, y en concreto el abordaje de la creciente feminización de la pandemia del VIH.
· Exija al Fondo Mundial que continúe reforzando sus estrategias de armonización de sus políticas con los principios de la Declaración de Paris y la Agenda de Accra.
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